Durante el Foro Agropecuario “Decisiones que cosechan futuro”, organizado por la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) en Santa Cruz, los candidatos presidenciales Manfred Reyes Villa (APB Súmate), Samuel Doria Medina (Alianza Unidad) y Jorge Tuto Quiroga (Alianza Libre) presentaron sus propuestas enfocadas en la agroindustria.

El evento reunió al sector productivo del país en un espacio clave para debatir el futuro de la agroindustria boliviana.

Manfred Reyes Villa: Visión de Estado, seguridad jurídica y biotecnología

Reyes Villa planteó una visión de Estado “distinta a la actual”, enfocada en convertir a Bolivia en un potencial agroindustrial. Señaló la importancia del sector como generador de empleo y propuso posicionar al país dentro del “cuadrilátero estratégico granero del mundo”.

Para ello, presentó una serie de medidas orientadas a facilitar el acceso a créditos, principalmente para productores con menos de 500 hectáreas en ganadería y menos de 50 en agricultura.

El Alcalde cochabambino también propuso una ley de carburantes que permita importar diésel y gasolina a Bs 5, utilizando recursos provenientes de créditos aprobados recientemente.

Sobre la seguridad jurídica, mencionó el fortalecimiento de la titularización de tierras, la institucionalización del Iniaf y del Senasag, y penas mayores –de hasta ocho años– para quienes avasallen tierras. “Esos temas tienen que ser castigados inmediatamente si es que realmente queremos darle la seguridad jurídica necesaria”, advirtió.

Entre sus planteamientos, destacó la necesidad de un Estado facilitador y no competidor, en referencia a las actuales empresas estatales. Se mostró a favor de una ley para prohibir bloqueos que afecten al sector productivo, liberar las exportaciones y apostar por la biotecnología como vía para incrementar la producción, abastecer el mercado interno y generar saldos exportables.

Finalmente, Reyes Villa habló de una diplomacia del desarrollo para abrir nuevos mercados internacionales y de una mejora sustancial en infraestructura productiva. También propuso restablecer el plazo de fiscalización de tierras de dos a diez años, como garantía de estabilidad para los productores.

Samuel Doria Medina: Estabilidad económica, biotecnología y pacto fiscal

El empresario reiteró su propuesta basada en recuperar la estabilidad económica en 100 días, asegurando que el agro será clave en la sustitución de dólares y la reactivación del país. Señaló que, desde 2005, se perdió la estabilidad lograda en décadas anteriores, y que el nuevo ciclo debe incluir la prosperidad sin abandonar la inclusión social. “El sector agropecuario es el más importante para Bolivia de cara a los próximos años”, afirmó.

Como parte de su plan, Doria Medina subrayó la urgencia de garantizar el abastecimiento de combustibles y terminar con el desabastecimiento eliminando subvenciones. Definió su visión como un desarrollo ambientalmente responsable, aunque dejó clara su posición en caso de un enfrentamiento entre ambas aristas. “Si en algún momento hay contradicción entre el medio ambiente y la producción, no voy a dudar de definir por la producción”, afirmó.

Propuso la implementación irrestricta de la biotecnología desde los primeros 100 días de su gobierno y anunció su intención de crear una institución similar a Embrapa de Brasil para impulsar la investigación agropecuaria. Además, prometió acabar con el centralismo mediante un nuevo pacto fiscal que otorgue 50% de los recursos al Estado y 50% a las regiones.

Doria Medina afirmó que, como empresario, comprende los malestares del sector productivo y que garantizará seguridad jurídica eliminando el respaldo estatal a los avasalladores. Enfatizó que el agro necesita reglas correctamente estructuradas y oportunidades para ser competitivo en el corto y mediano plazo.

Jorge Tuto Quiroga: Pacto agropecuario, leyes estructurales y descentralización

El expresidente destacó el rol del agro como el único sector listo “el primer día” para generar divisas y enfrentar la crisis económica. Propuso una nueva ley de desarrollo agropecuario sostenible como política de Estado y lanzó la idea de un “PAS”, pacto agropecuario de salvación, como respuesta integral.

“No discutamos qué va a hacer el Gobierno por el sector agropecuario, discutamos cómo con el sector agropecuario, unidos, vamos a salvar la economía de Bolivia”, afirmó.

El pacto agropecuario planteado por Quiroga incluye seguridad jurídica, homologación inmediata de eventos transgénicos, propiedad titulada para potenciar a la pequeña producción y abastecimiento de combustibles. Además, contempla infraestructura adecuada, reducción impositiva ante emergencias, e instituciones descentralizadas, como transformar a Emapa en “un proveedor, no competidor”.

Para el candidato de la alianza Libre, la reactivación nacional requiere un programa de estabilización con apoyo internacional y un cambio radical de leyes que abarque hidrocarburos, minería, impuestos y justicia, entre otros. Insistió en que este pacto debe comenzar incluso antes del inicio de un nuevo gobierno, si los resultados de la primera vuelta lo permiten con un ganador o los puestos parlamentarios definidos.

Tuto también propuso autonomía total para las regiones en áreas clave como salud, educación y seguridad, con una redistribución de recursos del 62% para los gobiernos subnacionales y 38% para el central. Asimismo, sugirió abrir al agro boliviano y otros sectores al mercado de futuros y criptomonedas, y fomentar la prevención de quemas mediante la titulación de tierras como mejor garantía de sostenibilidad.

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